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Tercera dosis



En la mesa decían que en tan inmensa urbe —en realidad, una suma de tres ciudades: Wuchang, Hankou y Hanyang— capital de la provincia de Hubei el virus habría escapado accidentalmente del Instituto de Virología, también existía la posibilidad de que el Gobierno chino hubiese ocultado el origen real. Otra opción: el laboratorio estaría experimentando y manipuló una cepa del virus SARS que escapó y fue mutando… que si los murciélagos, el pangolín…

3,2,1,0... Ómicron


3,2,1,0… explotan las carcajadas y los abrazos. Las lágrimas corren sobre la piel reseca de las mejillas, el frío rompe los cartílagos, los fuegos artificiales decoran el cielo resonando con sus estruendos. Mientras, María, abraza a madre, padre, hijo, ex. Jesús, cuelga una piñata con forma de dromedario para su hijo menor que está de cumpleaños. 

Desde el fondo se escucha una multitud, su bullicio y sus discusiones. Por unas horas la nada se llena de intención. 

Lo normal (rarezas del encierro)

  «[...]. Que inventaran una especie de historia donde el denunciante es el culpable con informes y pruebas de dudosa procedencia, y ahí queda detallado un total estado de deterioro, físico, mental. Y si protesta le clavan un cuchillo [...]» Yo vi a la autoridad pagar a un yonqui para hacerlo, primero evitó las cámaras de seguridad para llegar a él y ante la negativa lo hostigó con una orden de arresto. Yo vi a otro agente de civil aparecer, salir de la nada para dar apoyo, con un cigarro en la mano y una navaja en la otra. «Esta es mi zona» y no nos va a involucrar… «Ponlo fuera de circulación o habrá sangre». Y preguntó: ¿Yonqui estás conmigo o no lo estás?