Dos mil veinticuatro

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La vastonegrura del universo espiraldorado, un duendelfín fermentado nadaba en el océano etéreobril de estrellas fugaces y nebulosas cantoras. A lo lejos, en la ciudad de Mármolperla, las torres de espejomanantial reflejaban los rayos dorados a través del vidrio.
Allí, los enanonegras forjaban armaduras de diamante para los alcoholparlantes que luchaban contra cirrosis de nochealba, protectores de los tesoros de azucar.
En las profundidades de la marabismo, las sirenaperlas cantaban melodías hipnóticas, invitando a los navegantes a sumergirse en sus piernas submarinisticas de coralzafiro y arenas de plataespuma. 

Performance

Abre la boca, grita, al soltar las manos, una idea: introducirse la cruz, escupir a los transeúntes. ¡Protesta!, ¿por qué protesta? ¿Reivindicaciones?
Nadie presta atención, nadie ve, sin embargo, grita.
Días después, todo indica que le cosieron la boca con una propuesta. 
Surgen las actitudes simbólicas, suena el trap, ¿quién fue?, ¿qué pasó? 
Clavan el cartel, invitan al público a expresar sus desaciertos.

Saltar juntos

Inna traía aparejada una comprensión extra mundanal que no tenía nada en común con las mentes terrenales. Al desahogarse salió de los torvos riscos, de los espacios que separan a las nebulosas de la línea del abismo. Su rostro sombrío era hermoso y lleno de sabiduría, y sus refulgentes e intensos ojos de una rara pigmentación, eran en extremo penetrantes. Amorosa y serena; parecía estar lista para proponer algo. Mientras pensaba la

Degeneración

Se observaron en el espejo para compararse con la foto que estaba en la mesilla, y saltó el detalle: la caricatura de la hembra y el macho humano en un raro engrandecimiento óptico. No eran los mismos, últimamente estaban sufriendo un aislamiento social. Había deformidades irreparables en sus cuerpos a los que ellos consideraban indescriptiblemente horribles. Treinta y cinco años después posan juntos, al dispararse el obturador, la cámara absorbió toda la... Texto completo.

Publicado en el número 100 de la revista de THE Barcelona Review.

Revista Colofón | Estación: Calle 125 (línea de la Avenida Lexington)

         Ilustración: José Bejarano

Un cuento de Juan Carlos Vásquez sobre las decisiones y, sobre todo, una decisión conjunta que irrumpe en lo cotidiano. Ilustración de José Bejarano. 

Bajar, subir, bajar, salir, entrar… pude haber sido yo, pudo haber sido otro, ahora simplemente era ese nadie al que no le prestamos atención cuando andamos a toda prisa por la calle. En la estación del tren la luz no era la misma, en ... Leer el cuento completo en la Revista Colofón».

Esperando en el sofá


Hay variadas formas de espera. Esperamos: al cartero, la primavera, los resultados de los exámenes médicos, una invitación, la comida, al tren, y al autobús. Esperamos la llegada del año nuevo, de la noche, de la suerte, del resultado del partido y del examen. Una llamada. Esperamos a que cese el malestar de un trastorno, a que nos encuentre el ser soñado o se aplaque la tormenta, pero cuando se nos va la vida a cuenta de falsas promesas que nos impiden... Esperando en el sofá (Revista Babab).

Fotografía de Jorge Moncayo (en Unsplash). Public domain.

¿Autobiográfico?

X, no es irreal, existe en alguna persona. No parece absurdo, es absurdo en su autodestrucción y no despierta simpatía. Sus acciones están repletas de detalles dispersos que parecerían apuntar a algo y solo son distracción y pérdida de tiempo, nunca se enfoca, se pierde en su propia «historia» y el redactor no es capaz de torcer los hechos por su evidente limitación de ingenio. Hay mucho que se podría recortar en el texto (a pesar de ser bastante corto) pero el resultado sería el mismo, nada.