Los Momentos paganos se repiten una y otra vez multiplicándose para hacerse de la Ciudad. Los desgastados edificios se convierten en el amparo de todas las errancias. Hombres y Mujeres se cruzan perdidos por las calles donde lo cruel y lo generoso, donde lo opulento y lo misero convive en existencia perpetua. Un espacio que son lecciones del tiempo, mezclas de incertidumbre en un clima agreste y descontinuado. Fríos congelantes concertados en alborotosas faenas cayendo sobre los observadores que solo apuestan por quedarse en un lugar neutral tratando de descifrar inútilmente secretos. Ese ir y venir donde reina el desorden, orientándome por señas. Jornadas que enternecen y que desatan agresiones y las miradas distraídas. New York he oído relatar tus versiones, todas tan escasas e incomprensibles, tan mudas y sin venas. Incomparables a nuestra alianza de descomposición y que me importa. Hoy aquí mi pacto es con tu asfalto. Aquí arrastras al mundo mientras escrutas un significado que aun no es y que como mi palabra quieren lograrlo y no podrá. Dejare de afanarme para seguir con mis baches de alcohol por esas calles que se afianzan, cumpliendo cabalmente con mi predicción.
Ago. 2007.
Enero del 2005. New York.
Imagen y texto por juan carlos vásquez
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