Día 29 de confinamiento
Mientras los anfitriones
iban alojándose
en nuestro
cuerpo:
el encierrola noche
el triste hospital
y el azufre
los aplausos
esos laboratorios
dónde hacinan
a la víctima.
II
El virus se
multiplica y pasa
de un receptor
a otro
ante la vista
de los autores
del clérigo
del llanto...
Y a veces incluso
sube por
el viento
para volar.
III
Mientras nos aniquilan
para establecer
las estadísticas;
abren fosas
multiplican crematorios
y morgues
en pistas de patinaje
y unos señores
con aspecto
de autoridades
sonríen entre
el horror
de una fila
interminable de
ataúdes.
IV
A los balcones
el silencioso espacio
ha retomado
el día
pero atardece
y un bullicio
momentáneo
y voraz
se instala
un eco de interrupción
que desea
absorber la sombra
que mira al
que mira
He aquí
la biotecnología
que todo lo
permite
sobre la naturaleza
y lo humano
gérmenes
patógenos catastróficos
y despiadados...
© Juan Carlos VásquezImágen: G. A. HalibanPublicado originalmente en la Revista Margen Cero.
Día 36 de confinamientoLAS VENTANAS,los balcones, los patiosy jardines.De un lugar a otrootra vez.HARTO del tristeconteode la no pausame asomo para verel sol en las piedrasla calle silenciosa
—La misma que, antes, estuvo repleta: De gente— ahora sola.Ahora animales, hermosos, cruentos y toscoscomo jabalíes,un zorro,unas aves que nuncahabían cantado aproximándose en grupo.En este refugio la soledadgris y estérilha temblado con los anuncios del día.He soñado todos los sueñoshe tenido todas las pesadillas.Antes de que inicie el minutode silenciome percato de una sombra repitiendoel no saberel no serel no nada.
© Juan Carlos VásquezImagen: publicada en Alizivanfi, Flickr
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