Parpadeando pienso para que pensar, atravieso mi ombligo, tumbado resuelvo inmovilizarme, no sollozar. Experimento una perdida, un neutro conforme respiro. No tiene sentido (he pensado); la estructura de la cama, juntar cuerpos, consumirse por dentro entre materia y aire para producir amor, entre dos cerebros desandar lo andado, otra vez decir «ya no», y si fuese, y así volver a los silencios tratando con los oligoelementos y aminoácidos esenciales para la recuperación neuronal.
Desmoronando el cráneo y la sinapsis me hundo por ella, empujo todo el intento bajo mis sienes y apuntó. En nuestras procesiones todo es una maniobra veloz y a destiempo, el drama de quitarse la ropa y fornicar.
Copyright © juan carlos vásquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario