La línea en su perfecta geometría va formando un nombre, una pigmentación incolora de donde brota un idiota. Se concentra a través del objeto esperando la diferenciación absoluta, el milagro. Ya no podrá existir sin idolatrarse, sin articular reverencias, es un semidiós de incordio.
Reiteraciones
De un lado a otro se mueven las masas, los rastros de sangre…
Se ubican los puntos de mira y se dispara.
Distracciones
Lo he dicho en frases cortas, largas, con violencia y calma. Ante la imposibilidad del sonido, del entendimiento, con todos los movimientos y todas las facultades y sólo le presta un valor imaginario, de imposibilidad manifiesta.
La sala de juegos
Empieza la eliminación con las equis, un discurso remotamente entrañable. Juega al juego a través del monitor mientras una explosión controlada extermina media ciudad.
Reanimaciones
Interpreta la invención y falla, a medida que se prolonga un estimulo despierta en una hermosa trampa llena de lenguajes ocultos; un discurso llano y vacío. Incapaz de soltarse se hunde, se desespera. Todo permanece mudo, lejano, la pista vacía... insiste donde no toca, cuando se da cuenta le dicen que es tarde. Aun así, continua, admite el riesgo.
Publicado originalmente en la revista española Margen Cero
© juan carlos vásquez
Imágen: Josef Koudelka, 1960.
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