Corpus
Desde los ángulos con sus deudas hasta la orilla, antes de respirar todo cuanto pienso que es mi imaginación, todo cuanto choca pregunta y algo vuela, se corta, se hace una jungla, una mitad disputándose el cerebro; en las paradas de autobuses, en la cama, en la biblioteca interfiere. Al verme ser desde lejos uno de nosotros como un teatro, entonces cambiamos el otro actúa y el otro se sienta. Un lado de otro lado, algo bajo el nombre buscando una dirección para unirnos de nuevo, pero ninguno sabe cómo ni cuándo.
Formas
Al saltar, pensaría en volver, cayendo, al caer, un látigo partiría mi espina dorsal, todo lo que fue vida tras una silueta marcada con tiza. ¿Y si fuese un disparo? el índice en la profundidad sintiendo todo el peso, esos espasmos como descargas de miedo para apagar la luz en una noche de vísceras. ¿Y si fuesen sogas? el aire perdiéndose, los ojos saltando, la sangre desviándose de la cabeza. Para el último viaje, rastreando con esfuerzo la más frágil combinación de nervios, yéndose en un oleaje de espasmos en las coordenadas exactas. Para el último viaje la lengua serpenteando, un químico en la falange, las venas llenas de vidrio viajando todo el universo. Para dormir soñando con vidauna noche sorda y oscura siempre llega masacrando un cuerpo lleno de amor.
© juan carlos vásquez
imagen: Some / Ikko Narahara
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