La realidad...



Había comenzado a escuchar voces, estas les repetían lo mismo: No te gusta tu apariencia, ese rasguño nasal al emitir palabras. En la pantalla del ordenador hay una línea que señala la forma de coincidir, como concretar una cita, como volar con dos comprimidos. Primero pagas y se establece un coctel de emociones, se reunen los grupos en común, los que llevan las mismas vestimentas, el mismo peinado, para que al verse llegar se reconozcan entre sí.
 Muchos grupos esperan con sus poses mientras fuman. Se observan en el reflejo de las vidrieras de las estanterías. Siempre hay uno que dice estupideces, otro más callado parece saberlo todo. Se presentan con otras identidades. Adriza

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