Cuando asumíamos nuestra realidad mas próxima e inmediata veníamos llenos de dudas. Tratando de encontrar algo esencialmente sano en un misterio irracional. Construyendo mundos, encarnados en esos héroes que murieron jóvenes pero el festín rápidamente trato de ser aplastado con una avasallante negatividad y solo quedo la violencia. Una risa desgraciadamente idiota nacida de nuestras incomodas caras.
El final fue desaparecer toda posibilidad de esperanza humana. Subir en las décadas con un pesimismo crónico de apariencia sutil. Entre balbuceo y balbuceo invocamos los desastres. Nuestra nueva inspiración nos llevó hacia una intimidad mas recóndita, en todos casos las porquerías eran humanas y nosotros éramos humanos. Llegaron esas violentas rupturas de la conciencia, la odiosa y contradictoria perspectiva, autodestrucción.
Nuestra virtud consistía en que mientras nos veíamos ante una multitud desesperada, organizabamos una fiesta. Sometidos consideramos que estábamos libres, nos acostumbramos a la intuición. Veía un Sodoma sagrado donde ir para nacer de nuevo en otra cosa, ocioso, tan ocioso en la nada de la nada. A partir de entonces comencé a entender, me di cuenta de que todo era una proyección estúpida bajo la naturaleza igual, sordas eucaristías y funciones de circo, políticos y personas constantemente quejándose.
En las horas de amargura preferí el azar, un tragaluz y una mujer onírica que se personifica para luego desaparecer en un parpadeo. Ahora me doy cuenta de lo valioso de ir a otras partes creyendo siempre que es la última vez, en una sugestión de barras iluminadas llenas de bebidas y acompañantes, estas son las conquistadoras del mundo, de la constante comedia y así la propugnadora de mi realidad literaria. Esas cosas sueñan lo que yo soñé y como tantas veces en mi incomprensible rompen algo reflexionando, se escapan para matar y luego pierden las fuerzas para quedar en una suspensión aleatoria de manos caídas. No puedo negar que me divierto en medio del caos.
Juan Carlos Vásquez
Valencia, Venezuela
Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.
ResponderEliminar- Daniel
Merci beaucoup, Daniel.
EliminarComo hoy y en muchos momentos siento ese sabor de amargura por muchas cosas pero trato de sobrellevar y salir. Es una manera de romper el caos. Pero cuando pasa esa etapa te deja con un suspiro y una sonrisa en la boca, besoss
ResponderEliminarEs alli el momento preciso de las reflexion, soñemos que siempre pase para asi despertar y entender desligandonos de esa peligrosa y tenue cuerda floja, un saludo Mixha.
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