El horizonte blanco (fragmento)

Lentamente se aproxima la niebla, ya no posee un lenguaje ni un cuerpo, pertenece a un sueño interminable que se vuelve aburrido y agotador. Ya no puede hacer nada. Lo que no podía llegar a ser ha llegado suscitando una realidad inevitable. Se va a repetir sin saberlo, a la misma edad y con el mismo sentimiento, intentándolo.

Subraya un instante que funcionó bien, resume enfados, satisfacciones, pérdidas de tiempo, echa en falta a los que no están. Estalla en preguntas sin respuestas con todos los indicios, pero sin ningún testimonio. Adquiere el contexto de una ilusión, hace un reexamen de sí mismo, se enrolla en una desesperante actitud casi embrionaria mientras empieza a perder el aire. Imbuido en la nada

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